OTRO AMOR
Caminé sobre tu melancolía,
bebiendo tus lagrimas de abril,
corte la flor de aquel invierno,
y resguarde sus pétalos carmesí.
Hoy tus pasos son diferentes,
caminas con talento y proteges tu corazón
de todas aquellas hazañas
que invierten tu frágil dolor.
Se que tu herida sangrienta,
tal vez cambie de color,
y se torne de rojo intenso
a verde esperanzador.
Y así viertas con gran dulzura,
otra vez tu blanco amor,
sobre la piel de alabastro
de alguna preciosa flor.
Pero hasta entonces,
se cauto, camina con precisión,
no ofrezcas tus venas rotas,
ni dejes tu corazón
en manos de la impaciencia,
por culpa del desamor.
Marisa del Olmo ( 5/10/11)
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