MEDITANDO BAJO LA LLUVIA
(Desplacé la mirada, como intentando buscar
y todo giraba tan deprisa como un carrusel.
El mundo a mí alrededor se arremolinaba
e intentaba arrastrarme en ese remolino,
pero yo no quería dejarme llevar).
Las gotas de lluvia que resbalaban por la vieja ventana del caserón
tenían aspecto de lagrimas, de lagrimas de indecisión;
tal vez podría ser culpable por haber dado mi opinión
sin que nadie me preguntase, pero… puede que en verdad,
quisiese cortar con el tema, cansaba ya seguir oyendo
la misma insistente conversación.
(Tanta humedad en el ambiente,
empañaba mi corazón,
agarrotaba mis músculos
y estrangulaba mi respiración).
Lo cierto es que va pasando el tiempo
y creo tener la sensación,
de que nunca llueve a gusto del consumidor.
Porque cada cual aporta una sonrisa
cuando te clava su aguijón,
y parece que estoy aprendiendo
a fabricar mi colmena,
con restos de indiferencia
y trozos de desilusión.
De todos estos sucesos
aprendo y saco mi conclusión;
no me gusto lo que oigo,
quizás tampoco lo que digo yo,
pero cada cual se protege
y repara su caparazón.
(Se nota cuando algo duele
y cala hasta el corazón),
pero hay veces no pensamos
y hablamos creyendo estar en la razón,
es que cada uno ante el mismo suceso
tiene diferente opinión.
MARISA DEL OLMO
19-09-2011
Escribir comentario
u=550055 (sábado, 13 abril 2013 20:50)
This is an excellent article! Thank you for sharing!