Hoy descubro la nostalgia,
de un tiempo,
que se llevo mi querer,
mi querer por las cosas divinas,
por una palabra sedienta de silabas
que recorra toda mi piel,
por un caluroso vacío,
incrustado en el ayer
de recuerdos y añoranzas
que ya no podrán volver.
El silencioso tormento
de crecer y crecer,
sintiendo en mis huesos
crujidos, que nunca pensé tener,
sufriendo a escondidas…
la sumergida madurez.
Nadie sabe lo que hoy me aflige,
pero tampoco lo deben saber,
por que mi pena se oculta
entre los pliegues de mi piel.
Es cierto que todo transcurre
como tiene que ser,
que unos vamos creando senderos
que otros deberán recorrer
y sin son rocosos y abruptos
les costara emprender.
Pero si los allanamos con cariño,
puede que no tengan que vencer
demasiados obstáculos
y consigan pronto florecer.
Que venga el viento y se lleve mi sonrisa,
si con eso consigo comprender
por que demonios el tiempo pasa
sin poderlo detener,
por que se acelera de esta forma,
y me deja sin poder
apreciar los sabores
de esos besos que inventé,
de las caricias secretas,
que en tu ombligo dibujé
para sanar tus dolencias
y las quejas de tu niñez.
Hoy… ya no llora tu alma rota,
por que sientes florecer,
la semilla tan fecunda
de la temprana madurez,
y crees tener la certeza
de saber y saber,
sin dejar que nadie te diga,
lo que debes mejor hacer.
Pero cuando llegues a ser adulto,
y mires como hoy... yo miro atrás
tratando de analizar mi vida,
de seguro comprenderás
que todo lo sucedido
te enseño a caminar.
Marisa del Olmo 12/11/2011
LA TIERRA DE MIS CANTARES
La tierra donde nací
tiene colores singulares,
el rojo de la pasión
bulle en sus gentes peculiares.
La tierra donde crecí,
tiene fragancias espectaculares,
ofrecidas por doquier
entre encinas, jaras y olivares.
La tierra que yo escogí
para exponer mis cantares
es la tierra donde sueño
y de la que extraigo sus manjares.
Para vivir yo elegí
esta tierra de Linares,
que posee una colección
de bellos campos y lugares,
que dejan tras de si
amor y encuentros dispares.
Esta tierra tiene en si
gran cultura y avatares,
pues salieron desde aquí
insignes músicos ejemplares,
que llevaron su elixir
por otros diversos mares.
Y ya sin más preliminares
no me queda más que decir,
que mis raíces yo planté
en esta ciudad de Linares,
y en ella quiero seguir
desplegando mis andares.
Marisa del Olmo
7/06 /2011
MI PEQUEÑO AMOR
Torbellino inquieto,
alma serena y fugaz,
carita de terciopelo,
mirada dulce y tenaz.
En tus profundos ojos azules,
me quiero mirar,
deteniendo el tiempo
para poder recordar,
esos instantes felices,
de tu natalidad singular,
en los que solo con mirarte,
te puedes olvidar
de los ratos amargos
y vivir la felicidad
descubriendo contigo,
la bella maternidad.
Mi pequeño tesoro,
tu eres la esencia de una rosa,
la dulzura venturosa,
que yo guardo con decoro
en mi hermoso jardín.
Eres el néctar, la miel,
la más precaria ternura,
se esconde en esa piel,
que con profunda mirada,
me entrega cada día
una nueva sensación
y cuando me da su caricia,
me llena de satisfacción.
Eres la tierna sonrisa,
dibujada en tu mentón,
llenando mi vida de gozo,
de dicha y emoción.
A Dios le pido rogando,
te llene de bendiciones,
te proteja de los males,
y te guíe por buen sendero,
siendo hombre de leyes
y de buen corazón.
Este poema esta dedicado a mi hijo Jose Maria, de recien nacido.
Marisa del Olmo
Poema; Mi pequeño amor
30 de mayo de 2011
Cuando caiga la noche,
ya me habré olvidado,
de todas las tensiones
que haya acumulado.
Cuando caiga la noche
y me siente cansada
buscaré sobre el lecho
una tierna mirada.
Cuando caiga la noche
y me sienta agotada
trataré de expandir
mi cara sobre la almohada,
e intentaré suprimir
todas las cargas pesadas.
Cuando caiga la noche
y me pueda dormir
trataré de vivir
otra vida inventada.
Solo en ese instante
trataré de soñar,
intentando olvidar...
cuando caiga la noche.
MARISA DEL OLMO
POEMA; CUANDO CAIGA LA NOCHE
01 de junio de 2011
Mañana, cuando
la tibia alborada,
despegue mis pestañas
tendré que agradecer,
que sigo sorprendiendo
a la vida
con mi presencia.
Mañana , cuando
la luz del alba
dilate mis pupilas
con su intenso reflejo,
correré de nuevo
hacia el espejo
para acicalarme
y volver así,
a desenvolverme
en la tareas cotidianas.
Puede que mañana…
tal vez solo mañana,
decida renovar mi vestuario.
Me vestiré
con hojas de manzano,
y serán mis zapatos,
de la corteza de un cedro,
las flores del jazmín,
adornarán mi pelo,
y así me iré perfumada,
a cosechar nuevas aventuras
que saciarán mi desconsuelo.
Mañana, cuando
comience a caminar,
dibujaré sobre el asfalto
mi figura peculiar,
marcando bien
el sendero que piso
para volverlo a pisar.
Por que recorro los mismos pasos,
una vez y otra vez más,
dejando una estela de sueños
y versos en el bulevar.
Y así voy pasando los días,
sumida en una extraña libertad,
notando ciertas cadenas
de las que aún,
no me puedo liberar.
Pero sé, que viviré
otra etapa,
de absurda y necia soledad,
esa de la que hace años
solía disfrutar.
Mas entonces…
ya no querré tenerla
porque al vacío me arrastrará.
¡Qué vida tan insensata,
nunca estaremos de acuerdo
con lo que nos tocó reinar!
Por que siempre exponemos
nuestra queja,
y solo sabemos refunfuñar.
Nunca sabremos con certeza,
si otra vida, la viviríamos igual.
MARISA DEL
OLMO
POEMA: TAL VEZ, SOLO
MAÑANA
5 de junio de 2011
La felicidad de una vida,
no se mide por riquezas
ni por bienes materiales,
estamos en craso error.
Es bueno querer ser rico,
pero ser rico en amores
en caricias y miradas,
en abrazos de mil colores
que te alegren el corazón.
Es bueno soñar con mansiones,
con cochazos de gran esplendor,
tener grandes ambiciones
vivir a todo lujo y confort.
Y todos nos preguntaremos:
¿Pero que mal hago yo?
Si solo quiero tener dinero
y darme la vida padre,
aunque esto signifique
que a alguien destruya y amargue.
Yo reconozco que también
pienso del mismo modo,
¡seria necia si dijese que no!
¡Que se dejen de bobadas
que ser rico es lo mejor!
Pero, tal vez, si fuese millonaria;
¿Podría tener el mismo amor?
Tal vez si tuviese tantos billetes,
¿llegaría a no sentir dolor,
cuando me apretasen los grilletes,
en una desafortunada situación?
Puede parecer una locura,
pero me mantengo en la posición
de que “ni todo el oro del mundo”
nos otorga la condición,
de ser felices por completo
sin la fuerza del amor.
Poema: Amor y riqueza
6 de junio 2011
Tal vez no sea tan raro el silencio
tal vez nos venga hasta bien,
por que interroga al pensamiento
para hacerlo reflexionar.
Tal vez sea enemigo
de la soledad y el tormento,
pero también es amigo
de mis encuentros con la inspiración.
El silencio deja entreabierto
el deseo y la libertad de pensar,
deja que las palabras fluyan
en un caudaloso mar
hasta encontrar en la orilla
la blancura donde plasmar
esas hermosas rimas
que a veces suelo inventar.
El místico silencio
a veces es necesario
para sentir y gozar
para disfrutar de gemidos
fundiéndose en la intimidad.
El silencio también…
grita a tus recuerdos
que dormidos suelen estar
con aquellas frases ambiguas
que alguna vez creíste escuchar.
El silencio es tolerante
con la paz y la tranquilidad,
con los sueños, donde a veces navega
nuestra inquietante necesidad
de ser saboreados por la vida,
e integrarnos en la sociedad.
El silencio también nos indica,
que juntos debemos luchar,
por que sea nuestro corazón
el que habla,
mostrándonos el camino
hacia su generosidad,
porque yo no quiero
dejarlo callado,
quiero que grite,
que comente sin parar
expresando todos sus tormentos
su miedo y su malestar,
su alegría y emociones,
y hasta su forma de amar.
Marisa del Olmo
08/06/2011
OTRO DIA MÁS
(Las nueve de la noche,
casi la hora de cenar)
prepara y cocina
algún canapé para picar
una cosa ligerita
y a la camita a descansar.
Y otro día se muere en mis espaldas,
las malditas horas no saben frenar,
otro instante se agazapa,
entre la luz y la oscuridad.
¡Que rápido pasa el tiempo,
que fugaces los minutos se van!
En lo que dura el chasquido de un dedo
se esfuman sobre el rosado sofá.
Es horrible, no doy crédito;
pues en mi regazo contemplo
esta insignificante vida pasar,
y entre los dedos de mi mano
se expande el humo sin fumar.
El cigarro se consume
y la ceniza se va repartiendo
por el plateado cenicero
en su grisáceo final.
El día se esta muriendo,
se pierde en su soledad,
y yo miro el segundero,
que corre sin parar.
No se detiene aunque le grito:
¡Para ya , para ya!
por que el sigue su camino
y nunca se detendrá.
¡Que rápido pasa el tiempo,
que fugaces los minutos se van!
En lo que dura un chasquido
se esfuman sobre el rosado sofá.
MARISA DEL OLMO
9/06/2011
Mis descendientes, mi futuro, la alegria y el alboroto de mi casa.