PROSAS


RELATO SOBRE EL AMOR


RELATO SOBRE EL AMOR

 

Puede que sea el tema del que más se haya podido hablar o escribir. Es posible que muchos pensemos que ya esta todo dicho y hablado.

Que no existan ya palabras para definirlo, porque se agotaron los términos y sinónimos que se le hayan podido aplicar a lo largo de la historia de la literatura.

Hay quien puede que crea, que no merece la pena contar nada sobre él, porque caeríamos en lo reiterativo y en lo absurdo sobre lo que ya se ha podido explicar sobre este sentimiento.

Pero mi creencia es diferente, cuanto más se proclame, más se avive y vuele de boca en boca, de mano en mano más se sabrá sobre el Amor, más se podrá profundizar sobre él , permitiendo su definición exacta y una valoración mas extensa que nos ayude a los demás a interpretarlo.

Verdaderamente lo que si es cierto, es que el amor, nos acompaña cotidianamente, en nuestro día a día, es el que soporta las ingratitudes de esta vida, quien maneja nuestra existencia, navegando en nuestro corazón o quien sabe donde, ayudándonos a caminar por los senderos de la incomprensión, ahuyentando nuestros defectos.

Es tanto o más que siempre encuentras algo para idealizarlo, para tratar de mejorarlo en cada momento de tu vida, también sé que puede mover montañas, atravesar valles y bosques tenebrosos, soportar mareas vendavales, derretir el hielo con su fuego y su pasión. Es posible que estando construido sobre cimientos firmes nunca llegue a tambalearse, aunque algún terremoto intentase desplazarlo.

Creo firmemente en él, en ese Amor, que un día apareció en mi vida, dando lugar a tantas cosas, a esos acontecimientos sucedidos y a los que aún estar por venir. Mientras seguiré cultivándolo en el jardín de mi conciencia, para que nunca llegue a perecer, pues no concibo la vida sin este sentimiento y moriría penando si no lo puedo tener.


LA SOLEDAD


Soledad

 

La soledad marca un antes y un después en nuestras vidas, seria absurdo negarlo, cada persona la ha detectado en algún momento de su existencia.

 

Aparece dejando corazones tristemente irritados y lívidos, tiende a crear seres huraños y meláncolicos.

 

Desgarra súbitamente el pensamiento, como si te arrancaran un pedazo de piel.

 

Aparece cuando menos se la espera, y se instala en nuestro hogar con la pasividad de una tortuga.

 

Pero también es cierto que podríamos intentar aprender de ella, aunque parezca absurdo lo que expreso.

 

Lógicamente me refiero a una soledad creada, por supuesto por nosotros mismos, que a veces es hasta necesaria para poder reflexionar y meditar sobre cada uno de nuestros comportamientos y acciones.

 

Así descubriremos que no es tan mala como la pintan, porque un poco de ella es bueno para escudriñar en nuestro interior y averiguar que es lo que ha fallado, que ha provocado ese descalabro.

 

Lo malo es, cuando sin haberla invitado se presenta y nos reconcome las entrañas, y nos atrofia la vida, instalándose en nuestros corazones súbitamente. De esta forma nos hace daño nos anula, y hasta nos hace perder la conciencia.

Nos introduce en un mar de desalientos, corrompiendo hasta el más pulcro de nuestros sentimientos.

 

-¿Qué podemos hacer cuando aparece de forma inesperada?

-¿Cómo sobrellevarla?

 

Ciertamente no se si debo de dar consejos, pero lo que a mi me funciona siempre para no sentirme solo es escribir, porque me gusta, pero también escuchar música, o hacer algún hobby que nos entretenga eso para mantener el pensamiento ocupado. Y buscar buena compañía, rodearnos de amigos o familiares, no quedarnos solos.

 

En resumen mantener la mente activa en muchas actividades y entretenimientos, y si queréis simplemente escribir cartas como si las fueseis a enviar a alguien. Es reconfortante.

 

Espero que sirva de algo esta mi humilde expresión.

Marisa del Olmo

Prosa: "La soledad"


LA INCREIBLE TAREA DE SER PADRES


la increíble tarea de ser padres

 

Desde que aparecen en nuestras vidas, llenan tantos huecos, se expanden como pequeñas réplicas de nosotros mismos, pero con su propia personalidad.

 

        Se introducen con gran habilidad y frescura en nuestras almas, nos roban el aura, y parte de nuestra energía. Desbordan nuestros límites de paciencia, invadiendo nuestro espacio y ambientando con sus risas y juegos toda nuestra paz y nuestro sosiego.

 

        Pero, díganme: ¿Quién podrá vivir sin su presencia, sin su gran alegría, sin esos ojos que expresan tantas cosas, con esa mirada angelical?

 

Como no cuidarlos, si, desde el primer día de sus vidas, se incrustan en nuestros corazones formando un adosado, una prolongación del mismo.

 

Desde luego yo, ya no sabría vivir sin ellos, pues cuando estoy sola y recupero mi tranquilidad siento que estoy sorda y vacía, que me falta algo, porque aunque intente ser yo misma, me siento diferente, echo de menos a esos personajes que entraron en mi vida hace algunos años y cambiaron todo mi mundo.

 

Y luego pienso: (esto de ser padres es algo maravilloso, pero a la vez extraño y complicado).

En fin, sin lugar a dudas esto es lo que hay, por que así lo hemos elegido, así que a tratar de hacer de ellos personas dignas y honradas y aceptarlos como son, por el simple hecho de que son quienes son, y porque los amamos más que a nosotros mismos.

Marisa del Olmo

Prosa: " La increible tarea de ser padres"

Febrero de 2011